¿Es mejor un depósito de acero inoxidable o uno de acero al carbono? Antes de decidir entre un depósito de acero inoxidable y uno de acero al carbono es conveniente conocer las ventajas y desventajas de cada uno de los materiales.
¿Qué es el acero al carbono?
El acero al carbono es el acero que contiene carbono como el principal elemento de aleación. Las propiedades de este tipo de acero dependen del porcentaje de carbono que posea. Basado en la cantidad carbono, podemos clasificar los aceros al carbono en diferentes categorías. El aumento del contenido de carbono en el acero eleva su resistencia a la tracción, incrementa el índice de fragilidad en frío y hace que disminuya la tenacidad y la ductilidad.
Entre las principales características del acero al carbono podemos destacar su gran resistencia y dureza. Esta es la razón por la cual el acero al carbono con frecuencia se utiliza en diversas aplicaciones en construcción. Mientras más duro y resistente es el material, más adecuado es para fines de construcción. Sin embargo, el acero al carbono no es adecuado para aplicaciones que requieran un material con cierto grado de flexibilidad. En otras palabras, el acero al carbono tiene poca ductilidad.
¿Qué es el acero inoxidable?
Por su parte, el acero inoxidable es muy diferente de cualquier otro tipo de acero. Lo que hace único al acero inoxidable es su gran resistencia a la corrosión, o en otras palabras, la habilidad de no corroerse u oxidarse bajo circunstancias normales (el acero inoxidable puede oxidarse bajo circunstancias extremas).
Según la Norma UNE-EN 10088-1: Aceros inoxidables. Parte 1: Relación de aceros inoxidables, los aceros inoxidables son aquellos que contienen, al menos, un 10,5% de cromo y un máximo de 1,2% de carbono, aunque tradicionalmente se ha considerado que un acero inoxidable es aquel que contiene, como mínimo, un 12% de Cr.
Los aceros inoxidables son aleaciones complejas en las que intervienen un buen número de elementos químicos, unos básicos, C, Fe y Cr, y otros añadidos, Ni, Mo, Ti, Nb, N, con objeto de alcanzar unas estructuras y propiedades determinadas.
Principales diferencias
La diferencia entre el acero inoxidable y el acero al carbono está en la cantidad de cromo de su composición. La presencia de cromo (entre 10.5 % a 11 %) permite la formación de una capa inerte de óxido de cromo en la superficie del acero, que es la que da origen a la resistencia a la corrosión del acero inoxidable.
Debido a la falta de cromo en la composición del acero al carbono, este no aguanta el paso del tiempo tan bien como el acero inoxidable, ni aguanta sin dañarse los cambios de temperatura extremos. La mayor resistencia a la corrosión del acero inoxidable permite que sea más duradero que el acero al carbono.
Por lo tanto, si la duración y la resistencia a la corrosión son criterios claves para la elección del depósito, el depósito de acero inoxidable es sin duda mejor alternativa que el depósito de acero al carbono.
Debido a la alta inversión que supone una planta de proceso, es conveniente conocer muy bien los pros y los contras de cada uno de los materiales antes de su instalación. En Herpasa siempre recomendamos la mejor alternativa en función de las características del proyecto. ¡Consúltenos!